jueves, 30 de junio de 2016

MALASIA. Día 9: Batu Caves, Kuala Lumpur (Malasia)

Nos levantamos con calma después de varios días madrugando. Una vez listos, cogemos el tren que nos lleva a Batu Caves. Por suerte tenemos la parada al lado del apartamento y es línea directa. Los tickets son unas fichas azules que hay que devolver cuando sales, si no se abren las puertas.


Al llegar a la parada de Batu Caves, ya desde el andén se ve la impresionante estatua del dios Murigan que custodia la entrada.


Nuestra sorpresa es que la entrada a las cuevas está llena de monetes que se te acercan si llevas un plátano. Así que no dudamos en comprar unos cuantos para poder jugar con ellos. 





Para poder subir los 272 escalones, no olvides llevar manga corta y rodillas tapadas, si no, no te dejarán subir.

Al lado hay otra cueva que también se puede visitar.

Cuando dimos por concluida la visita, volvimos a coger el tren de vuelta, con algún percance en el camino buscando un mercado que habíamos visto en un blog, pero que ahora vemos que estaba mal explicado. 

Buscábamos el barrio de Little India y el casero nos había dado mal las indicaciones. Así que al final tuvimos que coger un taxi que nos llevó a él. Es un barrio muy colorido, con música en las calles que salen de los comercios, con el volumen a cual más alto. Era la hora de comer, así que entramos en un restaurante que estaba bastante concurrido, pero fue un desastre total. La hoja de parra como plato y los cubos de donde sacaban la comida, hicieron que no disfrutáramos nada.



Tras la comida más asquerosa de todo el viaje, cogimos el tren otra vez y fuimos a parar a otro mercado de Kuala Lumpur. Este está más destinado a los lugareños, ya que no se veían apenas occidentales y casi todo lo que vendían eran hiyabs y velos para las musulmanas, de todo tipo de colores y tejidos.

Como estábamos algo cansados, decidimos ir al apartamento para disfrutar un poco más de esa maravillosa piscina que tenemos, esta vez, con vistas a la ciudad de noche.


Para la cena, nos vamos a la famosa calle de Jalan Alor, repleta de restaurantes y puestos de comida callejera donde puedes encontrar de todo.





Y para poner el punto final de la noche, no podíamos quedarnos sin ver las Torres Petronas. Impresionantes. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario