En la Riviera Maya hay decenas de cenotes, así que para escoger el primero al que iríamos en nuestra vida, se nos hizo muy difícil. Finalmente, nos decantamos por el cenote Dos Ojos, que es de los más populares.
Para no cambiar la costumbre, llegar hasta allí es tan sencillo como salir a la carretera federal y parar una van.
En este cenote no hay muchas opciones de precio. En la entrada hay una caseta donde te dan la información y pagas la entrada. Nos costó 35$ e incluía el transporte hasta el cenote (si no andando es más de una hora), el equipo de snorkel, guía y acceso a la Cueva de los Murciélagos (si no llevas guía no puedes entrar).
Nuevamente, tuvimos la guía para nosotros dos solos. Si has contratado las excursiones en grupo o con el hotel, tendrás una guía para muchas personas, así que no es lo mismo. Nosotros llegamos a estar solos en cada cenote.
Dos Ojos consta de un cenote semiabierto pequeño, otro mucho más largo y una cueva a la que se llega desde el segundo cenote y está llena de murciélagos.
Cuando terminas, te vuelven a acercar a la entrada y vuelta al hotel en van.
Nadar en un cenote ha sido la mejor experiencia de este viaje. Así que tenemos ganas de volver para poder ir a otros. Y si ya es con el carnet de PADI, ¡mucho mejor!.
Para no cambiar la costumbre, llegar hasta allí es tan sencillo como salir a la carretera federal y parar una van.
En este cenote no hay muchas opciones de precio. En la entrada hay una caseta donde te dan la información y pagas la entrada. Nos costó 35$ e incluía el transporte hasta el cenote (si no andando es más de una hora), el equipo de snorkel, guía y acceso a la Cueva de los Murciélagos (si no llevas guía no puedes entrar).
Nuevamente, tuvimos la guía para nosotros dos solos. Si has contratado las excursiones en grupo o con el hotel, tendrás una guía para muchas personas, así que no es lo mismo. Nosotros llegamos a estar solos en cada cenote.
Dos Ojos consta de un cenote semiabierto pequeño, otro mucho más largo y una cueva a la que se llega desde el segundo cenote y está llena de murciélagos.
Cuando terminas, te vuelven a acercar a la entrada y vuelta al hotel en van.
Nadar en un cenote ha sido la mejor experiencia de este viaje. Así que tenemos ganas de volver para poder ir a otros. Y si ya es con el carnet de PADI, ¡mucho mejor!.
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