JAPÓN. Día 1: Madrid - Tokyo, y cómo organizarse antes de ir.

Cuando empezamos a pensar en el viaje para final de año, teníamos varios destinos en mente, pero finalmente, una oferta nos llevó hasta Japón, que era una de las opciones. La ida la haríamos con Air France, haciendo escala en París, y la vuelta con KLM, haciendo escala en Amsterdam. Además, decidimos coger una escala larga para poder pasar unas horas en una de nuestras ciudades favoritas.

En cuanto a la organización del viaje, por motivos de trabajo, no tuvimos mucho tiempo. Creo que ha sido el viaje en el que menos tiempo hemos invertido en su preparación y del que esperábamos que saliera todo del revés. Por suerte, no fue así.

Lo poco que pudimos planear fue fiándonos de un blog muy conocido sobre el país, que ahora que hemos vuelto, no recomiendo para nada. No hace falta que diga el nombre, porque es muy fácil de encontrar. Sí, da muchísima información, pero a veces tanta que en lugar de aclarar, te lía más. Te habla de cómo ir de un sitio a otro como si estuvieran a unos metros, y resulta que son horas y kilómetros de distancia. En fin, que casi es mejor comprarse una Lonely Planet.

Como sólo íbamos una semana, decidimos centrarnos en Tokyo y Kyoto. Si en alguna ocasión volvemos, visitaremos otras ciudades, como Osaka, de la que nos quedamos con las ganas.

Ya teníamos los vuelos y los hoteles (ambos reservados con Booking). Nos faltaba el transporte, que es carísimo pero muy eficiente.

Hay dos cosas que debes llevar claras antes de ir a Japón: si te merece la pena el Japan Rail Pass y un bono de metro. Echamos cuentas y si vas a coger un tren bala (para ir de Tokyo a Kyoto, por ejemplo), más los trenes del aeropuerto de Narita al centro y vuelta... ya te sale a cuenta el JR Pass. Es un dineral, pero es que allí los trenes rápidos son caros. Si vas con mucho tiempo, puedes coger trenes normales que tardan bastantes horas, pero desde luego te saldrá más barato. El otro punto a tener en cuenta es el metro. Nosotros decidimos cogernos un bono de 72 horas. Las líneas que incluye son Tokyo Metro y Toei Subway. Pero lo cierto es que sólo usamos las de Tokyo Metro, porque son las que nos daba la aplicación del móvil (Tokyo Subway Navigation for Tourists), que era muy sencilla de usar y no necesita de datos para su funcionamiento. No sabemos si con más líneas habríamos llegado antes o mejor, pero lo cierto es que ninguna de las rutas que hicimos supusieron más de un trasbordo. Y donde estuvieras, siempre había una estación cerca. Eso sí, las estaciones allí son enormes, algunas incluso centros comerciales, así que llegar al punto indicado a veces es un poco complicado. Pero vamos, nosotros llevábamos la idea de que aquello iba a ser infinitamente más complicado de lo que finalmente fue. No nos equivocamos en ningún momento y llegamos a nuestros destinos sin problemas.

Nosotros sacamos el JR Pass aquí. Lo recibimos al día siguiente por mensajero. Lo que te envían es un justificante de compra, que luego tienes que presentar en las oficinas del aeropuerto. Es muy sencillo. Cuando llegues a Narita y hayas recogido tu maleta, tienes que ir a la estación de tren siguiendo los carteles (Railways y el dibujo de un tren). Según nos vayamos acercando a la estación, aparecerán los carteles que dicen JR Line. Con esa dirección llegaremos al JR Service Center, señalizado con el característico dibujo de un asiento en color verde.

En cuanto entras por la puerta, ya te indican los impresos que debes rellenar, que junto con los justificantes de compra del JR Pass, te darán el pase de tren que es el que luego debes ir enseñando, con tu nombre y la fecha de validez, que en nuestro caso era de 7 días.

Esto es lo que te llega a casa por mensajero

Esto es lo que te entregan una vez allí, y debes ir enseñando cada vez que cojas un tren

Cuando te entregan el JR Pass, te preguntarán a dónde vas y te harán la reserva de asientos del primer tren que vas a coger, además de informarte a qué hora sale y en qué andén. De verdad, es muy sencillo todo. Que no os entre el pánico leyendo blogs donde dan vueltas y vueltas y no te conducen a ningún sitio.

Pero antes de recoger el JR Pass, fuimos a por el bono de metro que llevábamos comprado también desde Madrid en esta web. Nada más salir de recoger las maletas en el aeropuerto de Narita, hay que buscar el Keisei Bus Ticket Counter de la Terminal 1, planta 1. Con enseñar el mail justificante de la compra, te dan el bono. Y ya no hay que preocuparse de más pagos y billetes.

Bono de metro

Y ya con el vuelo, los hoteles, algunas notas sobre qué ver cada día, el pase de tren y el bono de metro... empieza nuestro viaje.

El vuelo Madrid - París, salió con retraso. Teníamos sólo hora y media de escala, así que nos tocó correr por el Charles de Gaulle, colarnos en inmigración y llegar con la lengua fuera a la puerta de embarque.

El vuelo París - Tokyo no se hizo muy pesado, porque habíamos sacado asiento en premium, que es un poco mejor que turista, pero no llega a ser business. Tres películas y 13 horas después, llegamos a Tokyo. El único contratiempo del viaje fue que una de las maletas no llegó, pero la recibimos al día siguiente en el hotel, así que el problema fue pequeño.

Con la otra maleta ya en mano, lo primero que hicimos fue ir a recoger el JR Pass. Este era el primer momento de pánico que llevábamos porque por lo que habíamos leído en blogs era casi una misión imposible. No hay más que seguir las señales como he explicado más arriba.

De ahí, la segunda prueba de Asterix era recoger el bono del metro. Igualmente, fue mucho más sencillo de lo que pensábamos.

Y con los deberes hechos en el aeropuerto, no quedaba otra que poner rumbo al hotel en el Narita Express hasta Barukocho, que es donde estaba nuestro hotel, el Comfort Hotel Tokyo Higashi Nihombasi.

Dejamos las maletas y nos fuimos a comer por la zona. Fue nuestro primer contacto con la comida japonesa, sus restaurantes con mesas para uno y sus precios baratísimos. Comimos los dos por 14€. Y esa iba a ser la tónica general en todo el viaje.

Volvimos al hotel y tras una breve siesta para recuperar algo de energía, nos fuimos a Akihabara, una zona llena de tiendas de electrónica, muñecos, chicas vestidas de doncellas, neones, gente y más gente. Como era el primer día, no compramos nada y sólo nos dedicamos a pasear por la zona.

Crepes

Camareras vestidas de doncella

Prohibido fumar en la calle

Para acabar el día, volvimos a la zona del hotel y cenamos unos curris deliciosos. Era el momento de poner fin al día y medio que llevábamos de viaje.