4 junio
Pensábamos que ya nos habíamos librado de las protestas de los maestros, pero nada más lejos. Justo en el día de hoy, éstos han decidido cortar la autopista a la altura de Tuxtla, así que el salir de la ciudad nos lleva dos horas, conduciendo por calles sin asfaltar, llenas de piedras y sin la certeza de estar haciendo lo correcto ya que el GPS no hacía más que decir nos diéramos la vuelta.
Al final, después de tres horas, llegamos a San Cristóbal de las Casas, un pueblo donde se mezclan turistas con mujeres vestidas con pieles de animales (de San Juan de Chamula), calles con hoteles y restaurantes donde apetece entrar.
Comemos en Taqueria El Charrito, muy recomendable.
Por la tarde damos un paseo por la ciudad y no recuerdo dónde cenamos :)
5 junio
Nuevamente, conocemos a fondo la ciudad de la mano de una guía de GuruWalk, y otra vez, para nosotros solos. Nos cuenta todos los entresijos del movimiento Zapatista, cómo se inició y en qué punto está actualmente. Nos choca que cuando cuenta esta parte de la historia, baja el tono de voz, para evitar que la escuchen, como si se sintiese observada. También nos habla de la huella que ha dejado Coca-Cola en a ciudad y en los problemas que tienen con las aguas contaminadas. Aun con todo, San Cristobal nos parece un pueblo espectacular que no hay que perderse.
Comemos otra vez en El Charrito y por la tarde, decidimos ampliar nuestra particular colección de tatuajes, con un maya y una luna en mi caso.
Para cenar, teníamos otra reserva hecha desde Madrid, en un restaurante recomendado por Dabiz Muñoz: Tarumba. Todo lo que pedimos estaba espectacular.
6 junio
El día de hoy teníamos organizado un tour a dos pueblos indígenas. El primero fue Zinacantán, donde básicamente te llevan a la casa/tienda de unas mujeres para que compres alguna prenda bordada con su rústico sistema. Y te invitan a tortillas y café recién hecho.
Al acercarnos a la iglesia que había enfrente pillamos una especie de charanga donde todos los músicos eran hombres (y curiosamente tres de ellos, albinos), mientras que las mujeres estaban al fondo como escondidas.
De ahí nos llevaron al segundo pueblo, San Juan Chamula donde lo más destacado es una iglesia donde está PROHIBIDO sacar fotos o imágenes ya que dentro se realizan rituales de chamanería, mezclado con rezos a santos católicos en idioma indígena. Como yo sabía más o menos lo que había dentro, cuando veía animales, apartaba la vista. Pablo, sin embargo, vio perfectamente cómo le frotaban una gallina a un hombre y posteriormente la sacrificaban retorciéndole el cuello.
De vuelta a SanCris comimos el menú del día en el café Sarajevo que está al lado del hotel. Sitio muy recomendable también.
Tras descansar un poco, dimos una última vuelta por el pueblo y cenamos en Taniperla unos camarones al mojo de ajo brutales, de los que no tengo foto.
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