Después de dos vuelos de unas 7 horas cada uno, más una parada de 2 horas y media en Dubai, llegamos, un año después de nuestra primera visita, a Bangkok.
Como esta vez íbamos a estar pocos días, preferimos ir a tiro hecho y contratar la excursión del día siguiente en una de las agencias que hay allí. Se puede hacer por libre con las van que salen de Victory Monument, pero con los horarios ajustados preferimos hacerlo así.
Cuando estuvimos casi justo por estas fechas el verano pasado, dijimos de volver, pero no imaginábamos que fuese tan pronto. Al final, el destino final de estas vacaciones nos permitía, incluso era mejor opción, empezar desde Bangkok, así que genial.
Esta vez el hotel estaba cerca de la zona de Kao San, a donde se podía llegar andando. Dejamos las maletas en el Navalai River Resort y nos fuimos directamente al mercado Or Tor Kor, siguiendo la ruta gastronómica de Dabiz Muñoz.
Cierto es, que para ser Bangkok, este mercado está muy limpio. Buscábamos las famosas tortillas de mejillones y ostras, pero justo ese puesto estaba cerrado. Así que nos conformamos con el primer Pad Thai del viaje y una ensalada de papaya.
De allí nos fuimos a Kao San, donde Marido encargó un traje a medida y luego a Chinatown a cenar. Habíamos comido tarde.
Como esta vez íbamos a estar pocos días, preferimos ir a tiro hecho y contratar la excursión del día siguiente en una de las agencias que hay allí. Se puede hacer por libre con las van que salen de Victory Monument, pero con los horarios ajustados preferimos hacerlo así.
Las horas de viaje no daban para mucho más, así que después de darnos un masaje de media hora, nos fuimos a dormir.
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