jueves, 4 de enero de 2018

JAPÓN. Día 3: Tokyo (Palacio Imperial, Tsujiki, Ginza, Shibuya)

Contra todo pronóstico el jet lag no nos estaba afectando mucho. Nos habíamos acostado tan cansados del día anterior, que casi dormimos del tirón. El primer sitio a visitar en el día iba a ser el Palacio Imperial. Sólo se pueden visitar los jardines, y no son gran cosa, pero ¿cómo estar en Tokyo y no ver la residencia permanente del emperador japonés?





Como para ir al siguiente destino teníamos que pasar por la Estación de Tokyo, hicimos una parada para visitarla con más detalle. Es inmensa. Más que una estación, es un centro comercial con parada de metro y tren. Tiendas, restaurantes por todas partes y gente, mucha gente. Aunque la parte más curiosa es la Tokyo Character Street, una calle llena de tiendas de merchandising y muñecos de series de televisión y dibujos.










Uno de los puntos que más ganas teníamos de visitar era el Mercado Tsujiki. No tanto como para pegarnos el megamadrugón para poder ver la subasta de pescado, pero sí para poder comer sashimi tal cual comprado en las pescaderías. Antes de entrar al mercado, las calles cercanas ya son un hervidero de puestos de comida local, donde fuimos probando varias cosas.

Cortando atún


Ostras y vieira cocinadas con un soplete. Espectaculares.



¡¡Riquísimo!!



Pero el plato estrella fue el pescado que compramos en el propio mercado. Además, como se acercaba la hora del cierre, los precios estaban rebajados.



Una vez nos lo habíamos comido todo, volvimos al metro para ir al barrio de Ginza, uno de los más modernos de la ciudad, con edificios de diseños llamativos y tiendas de marcas de lujo.











Y ya con la noche encima, para terminar el día, quisimos alucinar con el paso de cebra más famoso del mundo, en Shibuya, donde miles y miles de personas cruzan de una calle a otra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario