lunes, 8 de enero de 2018

JAPÓN. Día 5: Tokyo-Kyoto

Nuestro tiempo en Tokyo había llegado a su fin, y tocaba el siguiente destino: Kyoto, ciudad a la que yo iba con muchas expectativas y no me defraudó.

Teníamos que ir a la estación de Tokyo y allí coger uno de los trenes bala a Kyoto. Nuevamente, pensábamos que iba a ser más complicado, pero no tuvimos ningún problema. Algo curioso es que a poco más de media hora de llegar a Kyoto el paisaje se cubrió de nieve. Sabíamos que en Kyoto haría algo más de frío que en Tokyo, ¿pero tanto? Por suerte sólo fue esa zona y una vez llegamos a la ciudad, no había nada.

Monte Fuji


Y una vez llegados a Kyoto, compramos el bono de autobús y subimos al que nos llevaría al Ryokan que teníamos reservado, Gionkoh. Inmejorable ubicación, pero nada recomendable en invierno, ya que no tiene calefacción, salvo en las habitaciones con bomba de calor, que durante el día se apaga, por lo que el frío en los pasillos (donde están los baños) es gélido.

Dejamos las maletas y nos fuimos directamente a comer a un restaurante recomendado que nos pillaba muy cerca del alojamiento, llamado Abura Soba Nekomata, donde nos dieron los mejores sobas de Japón.



Y de allí, decidimos dar una vuelta por los alrededores. Como estábamos en el barrio de Gion, llegamos sin problema al Templo del Agua Pura, Kiyomizu-dera, vimos el Buda Ryozen Kannon, paseamos por las calles de Sannenzaka y Ninenzaka, visitamos la Pagoda Yasaka y acabamos en la calle comercial Shijo Dori, con sus farolillos.




Kiyomizu-dera




Sannenzaka





Buda Ryozen Kannon


Gion


Gion

Gion

Gion

Gion

Yasaka


Yasaka

Shijo Dori
Intentamos ver alguna Geisha, pero esa noche no tuvimos suerte (más bien, no supimos buscarlas). Y para cenar, nos dimos un homenaje de carne de wagiu. Espectacular.






 Y con esta corta, pero intensa, toma de contacto con la ciudad de Kyoto, nos fuimos a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario